Desde años atrás hemos presenciado el acelerado desarrollo de las redes sociales, desde Hi5 hasta Facebook, pero nos hemos puesto a pensar ¿Quién es ese chico o chica con quien hablamos por chat?
Según cifras cerca de 83 millones de usuarios de Facebook serían irreales, muchos de estos usuarios lo harán por aparentar ser alguien que no son, para buscar una gran cantidad de amistades, o posiblemente para un acto tan común y preocupante en nuestra sociedad como “el secuestro”
Varios de estos casos de secuestro son provocados por la confianza ilimitada que se brinda a una persona sin conocerla, como dar el nombre de nuestra Institución, el número de teléfono, nuestra edad, hasta el domicilio de nuestro hogar.
Es impactante ver la ingenuidad que tenemos al momento de adquirir una red social, aceptamos una solicitud de amistad desconocida o hasta la enviamos sin la responsabilidad del caso, dejándonos engañar por una cara bonita, la apariencia perfecta o hasta por la edad de la persona, sin tomar en cuenta el riesgo que tomaríamos al hacerlo.
Tenemos que interiorizar y concientizar, todo lo que implica, todo lo que conlleva como personas irresponsables al adquirir una amistad sin conocimiento alguno y desinteresadamente. Debemos ser un poco más desconfiados, no toda la información que nos dicen es real, posiblemente es ficticia, y nosotros “siempre caemos en la trampa perfecta”. No olvidemos que es importante que conozcamos a la persona perfectamente antes de chatear, o dar nuestra información.
Precautelemos nuestra integridad y de las personas que nos rodean, no pongamos en riegos nuestras vidas. Meditemos esta problemática y hagámonos esta pregunta antes de facilitar cualquier amistad.
¿Quién está detrás del perfil en esa red social?
Por: Brenda Jaramillo
Corresponsal
Academia Militar del Valle