Cuando llegamos al mundo se nos dio la libertad de escoger el camino correcto, de abordar el tren que nos lleve directo al destino anhelado por todos los seres humanos: la felicidad. Pero lo que no nos dieron fue el manual de supervivencia que esclarezca nuestras dudas cuando nos encontremos confundidos en un mundo tan grande como este, donde a pesar de que haya más de 7 mil millones de habitantes, es muy fácil sentirnos solos y desamparados. Entonces, ¿qué hacer para construir y alcanzar la felicidad personal?, ¿cómo nos daremos cuenta que estamos viviendo realmente y no caído en la rutina?
Cierra tus ojos por un momento y déjate llevar por la aventura de la vida. Observa cuidadosamente por un momento lo que sucede a tu alrededor y ponte a pensar en lo que has hecho hasta ahora para obtener tu felicidad. ¿Acaso has jugado seguro, sin arriesgarte y vivido con ideas superficiales y ordinarias sobre lo que es realmente la vida? o ,¿ has en cambio luchado incansablemente por superarte cada día, mejorar, crecer y poco a poco escalar hasta llegar a la cima y encontrar la realización personal? Vuelve abrir tus ojos y reflexiona: ¿en cuál de esos mundos estoy viviendo yo? ¿Quisiera cambiarlo? La respuesta sólo la hallarás en el lugar más profundo de tu alma y en el sentimiento más intenso del corazón. Piensa y escoge el correcto, pues si no estarás condenado a vivir cual esclavo en una realidad donde eres otro simple sujeto sobre la tierra, sin anhelos o sueños, sin razones y sin motivos que te lleven e inspiren a querer siempre dar lo mejor de ti.
Recordemos que la vida sólo es una y por tanto debemos valorarla y cuidarla con todas nuestras fuerzas, no debemos dejarla pasar como agua entre los dedos. El tiempo corre y si no lo empleas como es debido, habrás vivido en vano y desperdiciado la oportunidad más grande que se te pudo haber dado. No tengas miedo de adentrarte al mundo y luchar arduamente por el cumplimento de tus metas y por el reconocimiento de tus ideales. No hay persona más cobarde que aquella que no intenta vencer en la batalla de la vida y no espera algún día encontrar la gloria en la cima de sus sueños.
Rompe toda cadena y deshazte de todo aquello que constituya un impedimento. No dejes de mirar hacia arriba, hacia al horizonte, hacia el lugar donde te esperan orgullosos tus más ambiciosos anhelos. Está en tu mente descubrir esa motivación que encienda tu vida y la haga brillar de tal modo que traiga esperanza y felicidad a tu mundo. Está en ti el abrir esa puerta que te lleve a explorar las más hermosas y grandiosas aventuras. No te rindas y sobre todo no te dejes vencer fácilmente, porque la vida en sí exige nuestro esfuerzo, constancia y perseverancia para obtener todo aquello que nos preponemos. El camino ve a ser desafiante, pero lo importante es lo que hagas durante el mismo para salir airoso de los constantes obstáculos y retos que se te presentan.
Tú tienes el poder para vencer y ganar, para competir en la carrera de la vida y triunfar. Tienes el destino de tu vida en tus manos y dependerá de ti a dónde y cómo lo conduzcas. No importa cuán difícil sea o parezca imposible de alcanzar, no importa las veces que hayas caído o fallado, lo que verdaderamente cuenta son las ganas de seguir luchando e intentando hacer realidad nuestros deseos y fantasías.
Como se puedan dar cuenta, la vida no trae un manual que nos diga que hacer de ella, es sólo la pasión e infinitas ganas de vivir al máximo lo que nos llevará a escoger aquello que mejor nos convenga para así encontrar eso que nos llene y satisfaga, que nos brinde felicidad y esperanza.
No olvides que no hay mejor apuesta que la que haces a la vida y que eres tú el que planeará las estrategias para poder hacer de ella el más grande tesoro que se pueda obtener.
¨Cada quien es hijo de su propia obra¨.
Don Quijote de la Mancha
Por: Arianna Izurieta
Corresponsal
Unidad Educativa Cardinal Spellman Femenino