GESTIÓN SOCIAL

Violencia: ¿Nos queda algo de conciencia?

La violencia se ha convertido en parte de nuestra sociedad, aunque no lo queramos aceptar, en todo lugar encontramos indicios de violencia, sea física o psicológica, en medios de comunicación como la televisión, radio,  periódicos, películas, series y novelas de televisión, etc.

En la mente humana suceden muchas cosas tanto conscientes como inconscientes, hay secretos y sentimientos reprimidos como odio, tristeza, envidia, rencor, todo lo negativo que se pueda imaginar. Cuando una persona tiene en sí mismo dichas emociones y, no las expresa o libera, se quedan dentro y comienzan a crecer más y más cada día, hasta que de repente hay algo que las hace explotar; toda esa furia contenida sale. Este proceso sucede frecuentemente en la mayoría de personas, y es normal hasta cierto punto, pero en otros seres humanos es más fuerte, y es incontrolable, en estos casos ellos se convierten en asesinos o agresores, personas que no manejan sus emociones y usan la violencia como salida.

Desde traumas psicológicos en la niñez, hasta malas experiencias en la madurez, pueden llevar a una persona a perder total control sobre sus acciones.

Tomaré como ejemplo a la violencia en casos de terrorismo, muchos de nosotros no sabemos por qué ellos hacen lo que hacen,  sin embargo sucede, como las dos bombas en la Maratón de Boston en el mes de Abril, personalmente sufrí un gran susto al enterarme de dicha situación, ya que mi padre trabaja cerca del lugar donde se estaba realizando el evento aquel día, a muchas personas les pasó lo mismo, se sentían frustrados, tal vez sus hijos, hermanos, padres, nietos, primos o amigos estaban heridos.

 ¿Me pregunto si los que fabricaron y explotaron la bomba pensaban en las familias que se encontraban allí? , yo creo que sólo lo hicieron, y ya. Todos sus sentimientos reprimidos explotaron tal como la bomba, debieron haber tenido problemas en su vida que los llevaron a cometer dicho crimen.

La violencia es algo preocupante que ha llegado a afectar hasta a los niños, pues éstos al ver y vivir la violencia en sus familias, televisión y vídeo juegos la reflejan con sus compañeros y semejantes, pierden la perspectiva de lo real y lo ficticio, se convierten en seres acostumbrados a presenciar peleas, matanzas, guerras, sangre, muerte; la mayoría de las veces sin ser controlados ni protegidos por sus padres o familiares, incluso se les permiten juegos en los que se incluyen “disparos y ataques a sus enemigos”.

Lo que se debería procurar es incentivar a los niños a ser personas llenas de amor y fomentadores de paz, sin tantos estímulos agresivos del mundo externo que los afecten negativamente y les permitan desarrollarse sanamente como seres humanos constructivos y felices;  deberían haber más juegos que incentiven los valores, que enseñen a crear, a reparar y a construir.

Digamos, NO, a la violencia en todo sentido, sea ésta verbal o física, trabajemos en pro de un mundo nuevo y positivo, para que no vuelvan a suceder eventos  como en Boston o en las torres gemelas en  Nueva York en el año 2001.

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Author: Anonym
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