GESTIÓN SOCIAL

Una Pasión Llamada Misión

Por esta razón el departamento de pastoral de la Unidad Educativa Salesiana María Auxiliadora conjuntamente con los catequistas del Oratorio de la institución, y la participación y entrega de varias jóvenes del Bachillerato de la misma, se pudo realizar una experiencia espiritual y religiosa a diferentes comunidades de la Parroquia Shiña del cantón Nabón  y Santa Isabel de la provincia del Azuay.

El viaje de los 44 jóvenes misioneros fue motivado por los miembros del departamento de Pastoral quienes al mismo tiempo permitieron ejecutar esta experiencia, dividiéndolos  en dos grupos;  el primero se dirigió hacia Nabón el día Miércoles 27; mientras que el segundo, salió el día jueves 28 con destino Santa Isabel.

Los diferentes grupos al llegar a su destino, se reunieron con los síndicos de sus respectivas comunidades, para así conocer un poco más sobre los habitantes, sus tradiciones y realidades.

Todos los jóvenes se encontraban llenos de expectativas y entusiasmo por llevar la Buena Noticia de Jesús, y de la misma forma comenzaron con sus actividades, las cuales estarían realizando durante el triduo pascual, el cual comprende el Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado de Gloria, para así llegar al Domingo de Resurrección y despertar en una vida nueva con Cristo.

Las actividades a realizar el día Jueves, consistieron en visitar a las familias del sector, se llevó a cabo la “Chiqui-Pascua”  con los niños, en la cual, a través de dinámicas, juegos y reflexiones se explicaba lo vivido por Jesús ese día. Entre estos acontecimientos están: el lavatorio de los pies: símbolo de humildad y servicio; institución de la eucaristía, orden sacerdotal y el mandamiento del amor como símbolo de entrega. Por otro lado, en la noche, se realizó la celebración con todos los miembros de las comunidades, en la cual mediante lecturas, meditaciones y representaciones se explicó los mismos temas que con los niños.

El día viernes, se trató de acercarnos un poco más a la vivencia del Misterio de la pasión y muerte del Señor, en la mañana se retomó la “Chiqui-Pascua”, utilizando varios recursos, entre ellos, manualidades, dramatizaciones y lecturas para hacer comprender a los niños sobre el valor de este gran día. Siguiendo las tradiciones de la comunidad se efectuó el Viacrucis con la participación de todos nuestros hermanos, haciendo que ellos también asuman el compromiso de cargar la cruz y acompañar a Cristo en este largo recorrido, en la celebración de la noche se realizó la liturgia de este día (las siete palabras y la adoración de la cruz), se reflexionó sobre el símbolo de la cruz y su significado para los católicos, el cual es fidelidad, libertad, amor y entrega total.

Llegando el último día de la experiencia de este grupo de jóvenes, ellos partieron hacia los diferentes hogares de las personas enfermas del sector, para llevarles la comunión, al igual que palabras de aliento y oraciones. Este día se vivió con todos los habitantes del sector de una manera más consciente,  la vigilia pascual, en espera de la Resurrección de Jesús. Por la noche, durante la celebración se ejecutó la bendición del fuego, para lo cual la comunidad formó una fogata, posterior a esto, se hizo la bendición del agua y el cirio pascual, para culminar con la liturgia de la palabra y la eucaristía, acompañado de momentos de reflexión acerca de un cambio de vida y nuestra resurrección con Jesús.

El Domingo, antes de partir, los misioneros reuniéndose con sus respectivas comunidades, se despidieron de todos con quienes habían compartido estos tres días, pero no se fueron sin antes constatar que a pesar de que el tiempo que convivieron fue poco, su comunidad había despertado en una nueva vida, inundada de  valores y  actitudes positivas.

Todo trabajo para ser exitoso tiene que ser evaluado y por lo tanto se comprometieron el domingo a reunirse todos y así manifestar cada una de las experiencias vividas junto a las hermanas misioneras Lauritas quienes son responsables de la comunidad de Shiña y el Párroco de Santa Isabel.

Para cada uno de los jóvenes misioneros que asistieron a esta experiencia, fue un momento único en donde se pudo compartir con personas cálidas y desprendidas de las cuales pudieron aprender diferentes virtudes como son la honestidad, colaboración y amistad. Por esta razón es que cada uno de ellos lleva dentro de sí, un nuevo compromiso y muchos rostros que nunca olvidarán y mantendrán eternamente en su memoria como muestra de gratitud, servicio y amor.

Por todo esto agradecemos y resaltamos el apoyo  de Sor Elsye Yánez y la Ab. Jhoana Pulla, coordinadoras del Departamento de Pastoral de la Unidad Educativa.

Paula Doménica Astudillo Goyo

Corresponsal

Unidad Educativa María Auxiliadora
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Tags: MisiónpastoralSemana Santa

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