Ballet, el sueño de toda niña. Pero no ven el sacrificio que se realiza para llegar a la perfección. Baila como si nadie te estuviera observando. Sé libre de demostrar tu amor hacia la danza.
Desde la antigüedad, la humanidad ha danzado. Ya sea por, un día festivo, un culto, adoraciones a los dioses o solo por sentirse libre de hacerlo. Muchas personas catalogan a la danza como un arte, otras como un espectáculo; todo esto depende del punto de vista de cada persona y la experiencia que ha obtenido a través de la danza.
El ballet es una danza compleja y pantomímica en la cual se puede liberar cualquier tipo de sentimiento o afección por medio de cada movimiento o postura que se realice. Es una coordinación estética de movimientos corporales. Es expresar una serie de sentimientos probablemente no vistos a simple vista, con elegancia y dedicación. Es hablar con tu cuerpo en movimientos pulcros.
La aspiración de una niña soñadora es la de convertirse en una balletista profesional, la cual desde muy temprana edad empieza a prepararse para su futuro. En el mundo del ballet existe una frase o refrán que menciona que “una balletista nunca mira atrás, siempre continúa luchando, aprendiendo y avanzando, sin importar las adversidades que se le presenten en el camino, porque al final de todo este sacrificio ese cisne negro llegará a convertirse en el hermoso cisne blanco, admirado y anhelado por todos.
La técnica del ballet es compleja la cual necesita de demasiada concentración para poder dominarla que vendría a ser un entrenamiento continuo para obtener flexibilidad y coordinación muscular, necesaria para ejecutar este arte; por eso se recomienda empezar a perfeccionarlo a temprana edad. Para practicar ballet se necesita utilizar una vestimenta que le brinde comodidad al momento de realizar los movimientos o posturas; también unas zapatillas de tela o piel con una suela blanda que proteja los pies al momento del roce con el suelo. Al momento en que se perfeccione la técnica, se comenzará a ejercitar con las puntas de ballet, más conocidas como puntas de pie.
En lo que me concierne, el Ballet es una pasión que se lleva adentro; esfuerzo, lágrimas, sudor y horas de práctica que valen la pena. Para así demostrar los resultados positivos que trae este sacrificio como la belleza de este arte, sonrisas, satisfacción al ejecutarlo, ganas de seguir danzando y que nunca se termine esa magia; y lo más importante de todo, AMOR AL BALLET Y QUERERLO MÁS QUE NADA.