Bien es cierto que los niños de las nuevas generaciones tienen una habilidad sorprendente para acoplarse a las nuevas tecnologías, desde consolas de vídeo juegos hasta computadoras y manipularlas como si las hubieran conocido desde que nacieron; siendo su especialidad Tablets y Smartphones la preocupación surge cuando uno se pregunta ¿Hasta qué punto esta habilidad es positiva en sus vidas y en su organismo?
El hecho de que un niño de uno o dos años deslice y presione sus dedos por una pantalla táctil con toda seguridad no es para asombrarse, pues hacerlo es muy común entre los niños menores de 5 años en nuestro medio, ya que para ellos muchas de las veces seria anormal que se trate de botones o que un celular no tenga juegos y aplicaciones.
Pero aparte de todas estos fines de entretenimiento, un estudio de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, ha determinado que la preferencia de los niños ante los aparatos táctiles no es negativa, más bien pueden tener uso potencial para su educación ya que al llamar más su atención, ayuda a que el niño mejore mucho más rápido, cometa menos errores y aprenda a un ritmo más acelerado. De hecho en varias escuelas y colegios del mundo se está implementando el uso de los libros digitales denominados “E-Textbook”.
En realidad, la relación del niño con la tecnología se determina gracias a la actitud que la familia en casa tenga con respecto al tema, debido al contexto sociocultural en el que se encuentran desenvueltos, además de las preferencias que cada niño presente. Es por esto que la influencia de los padres, comenzando por su ejemplo, forma en gran parte la manera en la que los pequeños visualizan el uso de estos aparatos.
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Así mismo, es necesario que los padres entiendan los peligros de adicción y pasividad posibles para que puedan implementar reglas, estableciendo horarios frente a la pantalla y así asegurar que los niños no tomen la tecnología como algo esencial y que pueden abrir su mente a actividades más sanas y recreativas.
Y sin necesidad de centrarnos en aparatos tan modernos, un medio muy visto desde temprana edad es la televisión y muchas personas consideran que pasar horas mirándola puede generar daños en el desarrollo social de los niños, pero ¿esta suposición es correcta? La respuesta comprobada por el equipo del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido (MRC) es que no. Este Equipo al estudiar a más de 11.000 estudiantes de primaria, señala que es incorrecto relacionar el mal comportamiento con la televisión. A pesar de que los especialistas descubrieron una pequeña correlación entre las dos, aseguran que otras influencias, como el estilo de educar de los padres, es posiblemente la mejor explicación.
Las recomendaciones afirman que los niños no deben estar frente a una pantalla, ya sea de televisión o computadora, por más de 2 horas pues, de lo contrario significaría más que nada la pérdida del valioso tiempo de su infancia y con ella el aire libre, las amistades verdaderas y los juegos imaginarios, que en lo que a mi concierne, desarrollan más sus facultades que un aparato que al final siempre te brinda lo mismo: una fría interrelación con los demás y lo que está lejos de tu alcance.
En conclusión, en esta era tecnologica se puede obviar el hecho de que los niños tengan la habilidad de manejarla, el punto está en lograr que la aprovechen en su aprendizaje y lo que les pueda hacer bien, siempre y cuando no conviertan estos aparatos en el centro de su vida. Además, la sociedad necesita niños que desarrollen una valoración más real de su vida para que no la desperdicien enfrente de una pantalla porque quizás, al final, sólo quieren disfrutar de la tecnología de la misma forma que lo hacen los adultos.