La vía a la costa, es una zona de la ciudad de Guayaquil, que durante los últimos años ha tenido un gran auge y apogeo, referente a lo comercial. Actualmente en esta zona se encuentra un gran crecimiento urbanístico y turístico ya que cerca de esta zona se encuentra lugares como Chongón, Puerto Hondo y los lugares más concurridas que son las playas como: Salinas, Montañita, Playas, etc. Las cuales atraen a varios turistas tanto nacionales como extranjeros.
Recientemente se abrieron nuevos centros comerciales en esta zona, como: Costalmar, (Ubicado al segundo retorno de vía a la costa),
Blue Coast Business Center (Afuera de la urbanización Portofino) y Plaza Colonia (Ubicado en el Km 11.5 de vía a la costa).
Como se han creado centros comerciales, también se han creado varias ciudadelas, y urbanizaciones. Aquí es cuando ya se manifiesta la contaminación.
Durante la última década, la Vía a la Costa, no estaba tan “poblada”, ni tan congestionada a como está ahora. Ahora se talan árboles y plantas, para construir ciudadelas y centros comerciales, “irónicamente” ecológicos.
Por ejemplo, la ciudadela Bosques de la Costa, ubicado en el Km 9.8 Vía a la Costa, que está en construcción, ha talado árboles, y plantas de ese lugar, para la construcción de la misma.
Si seguimos a este ritmo, posiblemente la Vía a la Costa, se transformaría en el próximo Vía a Zamborondón, en lo congestionado, en el tráfico y lo comercial. Ya que en este sector, hay: ciudadelas, centros comerciales, colegios, empresas, fábricas, etc.
Una prueba de que en un futuro, se congestionará la vía a la Costa, podemos notar cuando vamos o venimos de la playa en un feriado, siempre habrá un embotellamiento y tráfico.
Incluso recientemente se está debatiendo sobre la construcción de una nueva gasolinera, a parte de la que queda al frente de la ciudadela Puerto Azul.
Hay varias personas tanto a favor como en contra, los que están a favor, argumentan que necesitan otra gasolinera porque no quieren dar un gran giro en “u”, para llenar de combustible sus autos; mientras que los que están en contra, argumentan que una gasolinera es suficiente, y ya no quieren otra gasolinera en esa zona porque talarían árboles en terrenos, al igual que el olor a gasolina que es molesto y sin olvidar lo peligroso que es vivir cerca de una gasolinera.