Sin más preámbulos ha marcado la historia del país, ya que es el primer gobierno, en especial la Vicepresidencia, que se ha preocupado por las personas con discapacidades, ya sean motrices o mentales, en esencia ese es el único objetivo de esta misión solidaria; la ayuda mutua será recompensada a futuro. Como quien dice “A veces se tiene que vivir en carne propia, para saber ¿Qué se siente? ”. ¿Por qué? Porque nuestro querido vicepresidente presenta una discapacidad en sus piernas, pero eso no es impedimento para llevar a cabo sus labores en el cargo, razón por la cual “Él siente en carne propia”.
La Misión Solidaria Manuela Espejo ha resultado el estudio científico-médico, donde se logra hallar las determinadas causas de las discapacidades para poder conocer la realidad bajo la que viven, es por esto que se encarga del estudio cercano en cada uno de los casos, trabajando conjuntamente con la Misión Solidaria Joaquín Gallegos Lara, dotando de los servicios que la persona requiera, a más de esto una remuneración mensual de $240 a la persona que cuida de la discapacitada, se lleva un control minucioso, de cada uno de los gastos, ya sean médicos o de primera necesidad, cuidados hacia el beneficiario, caso contrario, miembros de la misión se encargan del paciente.
Se han realizado estudios estadísticos, encuestas, búsquedas de las personas con discapacidades, desde las urbes hasta los lugares más remotos de la zona; se cuenta con la mejor tecnología de punta, y los presentes que se han entregado son de la mejor calidad, pensando siempre en la satisfacción de ellos.
La Misión Solidaria Manuela Espejo, ha sido motivo de inspiración en países vecinos, tal es el caso de Uruguay, Perú y México, presentando una réplica de la misión solidaria, como la de Ecuador, es una gran satisfacción para nosotros como ciudadanos y más para nuestro Vicepresidente, al saber que las cosas que se ha hecho han sido sin el interés alguno, y que nuestros países amigos, opten por quitar la venda de los ojos a un pueblo orientado a la discriminación.
El mejor premio que haya recibido nuestro Vicepresidente ha sido las sonrisas que se esconden y las lágrimas que se muestran en cada una de las personas discapacitadas, ¿Quién no lo estaría? Si su gran labor lo llevó a postularse para el Premio de la Paz en 2012, por razones externas nuestro representante no ganó, sin embargo, cabe recalcar que el mejor premio es la felicidad de miles de corazones, que sonríen y levantan nuevamente sus manos, buscando la euforia.
Sentí un poco de intriga al saber ¿Qué pensaba mi licenciada de historia al respecto? y me dijo lo siguiente: “En todos mis años de carrera como licenciada, no he notado una vicepresidencia como ésta, muchos de los anteriores tan sólo se preocupan por la política del país y él es el primero que ha levantado las esperanzas en estas personas, porque también forman parte del país, también tienen sueños por cumplir, también son humanos como nosotros”. Sus palabras me conmovieron licenciada, pues es cierto no es quien más tiene, ni quien más quiere, son personas como nosotros que lo único que buscan es ser aceptadas en la sociedad, porque si analizamos, las personas más adineradas son las que sufren de felicidad verdadera y las que tienen una base normal de vida, son las que descubren esa chispa de adrenalina de cada día.
Y es así, como miles de personas no quieren que esta Misión termine, que siga aún por delante, pues Lenín Moreno, ha abierto tanto las esperanzas en nuestros hermanos discapacitados que no quieren que este abandone el puesto de vicepresidente, este mes de mayo, sin embargo, lo deja pero en las mejores manos en la de nuestro nuevo vicepresidente electo Jorge Glass.
Lenín Moreno marcó la historia del país, sin importar las clases sociales, o el puesto que ejercía, la única felicidad es la del alma, la única lágrima es la del corazón y la única ilusión es la de un país con hermandad y aceptación. La Misión Solidaria Manuela Espejo, no sólo fue el comienzo, fue el inicio de una larga trayectoria de sueños desesperados por nacer, de sonrisas empolvadas por el tiempo, de esperanzas caídas por los años.
No porque te encuentres en una silla de ruedas o tengas falta de visión, quiere decir que puedes ser rechazado por la sociedad, al contrario ¡Levántate y mira que el sol ya está por salir!
Hipatia Katherine Guevara Salinas
Unidad Educativa “Jesús de Nazareth”