Claudia Navas, Joven Corresponsal by IBEC, estudiante del colegio Alemán Humboldt, nos trae un interesante artículo acerca del Blackberry.
Los Smartphone están definitivamente de moda, especialmente los BlackBerry parecen tener una gran importancia para los jóvenes lo que es muy curioso, si se tiene en cuenta que según varios usuarios de la web, la venta de estos teléfonos estaría originalmente dirigida a las personas de negocios[1]. Es por esto que decidí averiguar lo que pasa por la mente de mis compañeros en el colegio acerca de ese tema.
“¿Por qué decidiste comprarlo?” fue la primera pregunta de la encuesta que estuve haciendo los últimos días. Al contrario de lo que hubiera esperado, la mayoría me miró con sorpresa y duda. No era porque pensaban que la respuesta fuera obvia, no me miraron como si preguntara si el mar esta mojado o algo por el estilo; ellos no sabían qué responder. “No sé, en realidad creo que porque todo el mundo lo tenía”. Lo cierto es que tener un BlackBerry se ha convertido en un fenómeno social. A Eduardo por ejemplo, le desagradan estos teléfonos. Sin embargo, se sintió casi obligado a comprar uno: “Los odio. Hay teléfonos con mejor software, mejores aplicaciones. Aquí ni siquiera puedo ver un video de YouTube. Pero todo el mundo lo tiene. Podría decirse que la presión social es demasiado grande. Los BlackBerry son una especie de muestra de tu estatus social.”
Muchos de mis compañeros me explicaban además que esto ha causado que el BlackBerry se convierta en un medio de comunicación esencial, especialmente al momento de organizar algún evento y estar conectados con sus amigos y su entorno, ya que lo consideran un medio más rápido y práctico que las computadoras. “Si no tienes un BlackBerry simplemente no te enteras de nada”. Algunos de ellos incluso admitieron creer “ser adictos” al uso de las redes sociales a través de estos teléfonos, aunque la mayoría lo negó: “Si hay algunas personas que son así, pero yo no. Ya he pasado algún tiempo sin mi BlackBerry. Es cierto que se me hizo difícil, pero tampoco fue como para morirme”.
Sin embargo, también había un número reducido de jóvenes como Erick, que encontraban en el BlackBerry un medio de investigación: “Yo lo utilizo para averiguar cosas que me interesan, que complementa lo que enseña el colegio. Si algo me llama la atención lo puedo buscar al momento. No tengo que esperar a llegar a mi casa y encender mi computadora, para que se me termine olvidando lo que quería saber. Creo que el BlackBerry me impulsa a aprender cosas nuevas. ”
Fue precisamente esta respuesta la que me motivó a preguntarles a algunos profesores acerca del tema. Al hablar sobre el efecto que estos teléfonos podrían tener sobre el desarrollo del potencial intelectual de los alumnos y los jóvenes, hubo un cierto desacuerdo: mientras algunos pensaban que los BlackBerry tienen un impacto negativo sobre los jóvenes, por considerar que los llevaban a perder la costumbre de “pensar”, otros veían el uso de estos teléfonos como parte de un proceso natural de evolución de la comunicación y de la sociedad: “Todo esto es normal. La tecnología está avanzando y nosotros debemos avanzar con ella. No creo que la tecnología pueda llegar a limitar las capacidades de los jóvenes, simplemente se desarrollarán nuevas formas de pensar. ” A pesar de esto, todos ellos concordaron en un punto: el BlackBerry podría llegar a ser una gran herramienta didáctica, pero es tecnología que está siendo mal utilizada por los jóvenes. “El problema es que tu no sabes si están buscando información o en las redes sociales. Por eso no son buenos en clase. En realidad, nada depende de la tecnología, sino del uso que se le de, y no se esta haciendo nada útil con ellos.”
Una profesora incluso piensa que el uso de los Smartphones como los BlackBerry implica una sobrexposición a las redes sociales, que podría causar en última instancia, la pérdida del contacto humano. “Mira por ejemplo las parejas de enamorados, se dicen todo a través del Facebook o Twitter, pero cuando se encuentran en persona, ya no tienen nada más que expresar”. Esto nos llevó a recordar la película Wall-E, en la que se muestra a los seres humanos con una dependencia casi total hacia la tecnología, que había causado en ellos la obesidad y la pérdida de contacto. Curiosamente, esto concuerda en cierta manera con la visión que tenían algunos de los jóvenes entrevistados acerca de un futuro algo apocalíptico, en la que la comunicación personal se perdería, para ser remplazada por la comunicación vía Smartphones.