El mundo moderno ha cambiado entre otras cosas la forma de sociabilizar, la manera de estudiar y también la manera de escribir. Apareció el lenguaje de los jóvenes teniendo como cómplices a sus dedos pulgares, en el cual lo fundamental es navegar, bloggear y chatear desde el celular. Quien no lo hace es considerado antisocial y los adultos simplemente son considerados analfabetos.
La educación formal que se da en los centros de estudios o en el hogar, tienen ahora una dura competencia porque la nueva forma de hablar (escribir realmente), cada día deteriora más el lenguaje común y tradicional, y los signos de interrogación o de expresión ahora son solo recuerdos porque hace tiempo que los jóvenes los remplazaron con caritas o “emoticones”.
Las palabras de uso cotidiano tienen su equivalente en la taquigrafía virtual, porque ahora lo primordial es que tu interlocutor reciba el mensaje rápidamente para que la conversación no se vuelva aburrida y te dejen de “hablar”, por ello ha sido necesario ir eliminando letras en cada palabra.
Los padres que no están al día con la tecnología tienen muchas más desventajas pues si ya era difícil controlar a los hijos, ahora lo es más. Los problemas que existen en el mundo real también están en el virtual y los jóvenes no están a salvo de tentaciones que les puedan ofrecer sus “amigos” tales como droga, sexo o alcohol.
Es interesante saber que va a pasar con los hoy adolescentes y jóvenes cuando se conviertan en adulto y ya tengan su propia identidad.