El día sábado pasado me subí al bus de regreso a mi casa por la tarde y me llamó mucho la atención que subiera un grupo de 4 jóvenes a vender un pequeño libro llamado Coloreando Sonrisas, el cual era para recaudar fondos y así poder obtener más pelucas y dar a los niños con cáncer en el país, en el bus hubo gran colaboración por parte de todas las personas, incluyéndome. Cuando llegué a casa decidí investigar más sobre este librito y descubrí que es de la fundación DIBUJA UNA SONRISA, la cual está vigente en Ecuador desde el 2012, y no sólo ayuda a los niños con cáncer, sino también a todos los grupos más vulnerables del país. Esta fundación está conformada por un grupo de jóvenes cuyo único objetivo es de pintar sonrisas en los rostros de las personas y niños que más lo necesiten.
La fundación tiene dos campañas principales “Donar cabello” y “Apadrina una sonrisa” las cuales han tenido gran acogida y han realizado una excelente labor con los niños con cáncer.
Esto nos lleva a ver que existen grupos de personas que han pensado en los demás siendo aun jóvenes, y que a demás luchan por el bienestar del país entero sin discriminación de etnia, edad o sexo.
Ahora pienso que con pequeñas cosas podemos lograr grandes cambios, como ese pequeño dólar que costó el libro, el cual hizo que no sólo yo sino muchas personas ayuden a DIBUJAR GRANDES SONRISAS en los rostros de muchos pequeños con cáncer.
“Felicito mucho la labor de la fundación Dibujando una sonrisa y espero que sigan a delante, realizando tan extraordinaria labor”.
Por: Emilia Cárdenas
Corresponsal
Unidad Educativa Atenas School