GESTIÓN SOCIAL

Una Misión Que Inspira

La vida de los sacerdotes franciscanos está enfocada en servir al prójimo y unir a las personas mediante el amor, la comprensión, la humildad y el perdón.

La Orden Franciscana existe desde 1209 cuando San Francisco de Asís viendo la separación de la iglesia, su debilitación y que haya perdido de vista su ideal de servir y unir al pueblo de todo el mundo fundó la Orden Franciscana la cual está vigente hasta la actualidad en muchos países alrededor del planeta.

Aunque el propósito de los Franciscanos era ayudar al prójimo varias disputas internas entre los miembros de la congregación provocaron su división, el resultado de esto fue que se separen en Franciscanos conceptuales, observantes y capuchinos, estas tres divisiones cumplen con objetivos los mismos ideales, y buscan representar de la mejor manera los ideales que dejó San Francisco de Asís. La congregación Franciscana se caracteriza por ser de sacerdotes mendicantes, lo que significa que al unirse a la orden renuncian a todos sus bienes terrenales sumiéndose en absoluta pobreza y viviendo de la caridad de la comunidad, esto les ayuda a que nada pueda distraerlos de su misión de servir a los más necesitados, de ayudar al prójimo y dar consejo a quien lo pida.

En Ecuador la división de la Orden Franciscana que predomina es la de los Franciscanos capuchinos los cuales llegaron por primera vez al país en 1872, su presencia en el Ecuador ha sido muy beneficiosa, en cada ciudad en la que se han asentado han buscado ayudar a los más necesitados, este el caso de Quito en donde los Franciscanos capuchinos cuyo monasterio se encuentra en el sector del Tejar en el Centro Histórico de Quito salen cada noche a repartir chocolate caliente, pan y cobijas a los mendigos que duermen en las frías calles del centro de Quito. Su trabajo no se queda solo ahí también dirigen organizaciones enfocadas en ayudar a los ancianos sin hogar, a las personas drogadictas, a los niños que han sufrido maltrato y así existen muchos más ejemplos del amor, y la entrega de los Franciscanos en el país quienes han entregado su vida al quienes los necesitan sin pedir nada a cambio impulsados sólo por el amor y el deseo de cambiar la triste y cruel realidad que muchas personas desgraciadamente viven hoy en día en el Ecuador.

La misión de los sacerdotes Franciscanos es algo que nos inspira a ser mejores, a cambiar nuestra forma de ver la realidad de muchas personas, nos impulsa a ser humildes y nos demuestra un amor sin límites.

Por: Miguel Benalcazar

Corresponsal

Unidad Educativa Atenas School

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