GESTIÓN SOCIAL

¿Inclusión o exclusión?

El Consejo de la Juventud de España (CJE, 2003) define la exclusión social como un “fenómeno que conjuga una serie de factores endógenos (sexo, edad, raza...) y exógenos (extracto social, cultural, económico...) que dificultan o impiden el desarrollo integral del individuo”.

Algunas personas basan el concepto de sociedad en ciertos rasgos característicos étnicos, políticos, religiosos, etc. que unen a la comunidad como un determinado grupo social, cuando en realidad en términos básicos,  la sociedad debería estar conformada simplemente por personas, seres humanos, individuos al fin.

En un mundo ideal no se hablaría de inclusión social, pues  hacerlo implica que aún en el siglo XXI  sobrevive cierto tipo de EXCLUSIÓN.   Hay minorías, etnias, comunidades, grupos humanos que incluso hoy no gozan de los beneficios de una verdadera inclusión social. La exclusión  es una realidad aun existente para ciertos grupos minoritarios y ésta limita sus posibilidades de interacción, de accesibilidad a los servicios a los que tienen derecho y, básicamente, limita sus posibilidades de desarrollo, pues los seres humanos se caracterizan por ser seres esencialmente sociales. También hace referencia a la vulneración de derechos en la vivienda, la educación, la salud y el acceso a los servicios. Afecta a individuos y a grupos, especialmente en áreas urbanas y rurales, a aquellos que están de algún modo sujetos a discriminación.

Uno de los grupos minoritarios que tradicionalmente se encuentra excluido de los beneficios de una sociedad, es el perteneciente a la discapacidad, ya sea física o  intelectual.  Las personas que pertenecen a este grupo (retardo mental, autismo y síndrome de Down) no reciben servicios básicos de salud ya que se los considera como enfermos “de nacimiento”, muchos de ellos no reciben servicios adecuados de educación por considerarse como un desperdicio, tampoco son aceptados en la convivencia diaria, pues por falta de conocimiento y temor a lo diferente, es muy probable que se piense que no es apropiado tener un amigo, un empleado o un compañero con discapacidad.

Entendiendo que la inclusión social resulta crucial para el desarrollo, sería apropiado practicarla como aspecto importante en el proceso natural de desarrollo del niño, joven  y adulto con discapacidad, pues lograr que la inclusión social verdadera se dé,  requiere de mucho trabajo y de múltiples apoyos, además de un cambio drástico en la mentalidad de la sociedad en general. Poder ver en un parque, en una oficina, en un salón de clase,  en un restaurante, a nuestro lado, al lado de cualquiera, compartiendo con todos, como todos,  a una persona con discapacidad,  sin  temores, sin mirarlo como algo raro,  insólito o como algo especial, distinto y meritorio, es nuestro gran reto como jóvenes, como profesionales, como seres humanos; que buscan interactuar con todas las personas sin distinción para lograr un país mas justo y un mundo mas humano, al que no le importan las falencias físicas o intelectuales de una persona; sino que se fija en la forma que lucha para salir adelante y en el empeño que tiene para ser mejor cada día.

Fuentes: http://inclusionsocial.blogspot.com/2006/10/exclusin-social.html

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Author: Anonym
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