La venta y el consumo de drogas en los planteles educativos no es un problema nuevo.
Es un problema que ya viene desde hace mucho tiempo, y que no se ha tomado en cuenta, ni se han buscado alternativas para erradicarlo. Es una situación que pone en peligro muchas vidas, tanto de los alumnos de las distintas instituciones educativas como para los docentes de las mismas.
Según testimonios, hay pruebas inminentes de la presencia de sustancias psicotrópicas en los planteles de nuestro país, así como ha habido muchas denuncias, y no se ha tomado acción alguna respecto a esto.
Uno de estos casos fue el de una profesora de inglés, en el colegio fiscal experimental ‘Aguirre Abad’, quién tuvo el coraje de imponer una denuncia formal diciendo que hace unos meses había sido víctima de sus alumnos, quienes en media clase, “habían esparcido un polvo blanco”, y que incluso esto habría vuelto a ocurrir el 28 de junio del 2013. La rectora de la institución, Azucena del Rosario, manifestó en una entrevista con Teleamazonas “que no sólo es una, sino un grupo de maestros que están siendo atacados, por decirlo así, por los estudiantes.” (Teleamazonas 03/07/2013)
Casos similares han ocurrido en otras instituciones del Estado, tanto en colegios fiscales como en colegios particulares, aunque estos casos son más concurrentes en colegios estatales. Tristemente, los responsables de estos actos no fueron sancionados, ya que según la rectora de la institución las supuestas víctimas no pudieron identificar a los perpetradores. Algunas alumnas de otras instituciones educativas han pasado por la misma situación, y tampoco se halló culpable, aunque según el ministerio de Educación, “aunque es una falta grave, no se les puede expulsar porque no se los puede excluir del sistema educativo, pero sí transferirlos a otro colegio.”
Yo me pregunto… ¿El Gobierno cree que con cambiar de institución a los culpables, esta situación cambiará? Yo creo que no, eso no ayudaría en nada, si se transfiere a los alumnos a otro plantel, volverá a ocurrir, en otro colegio, pero volverá a ocurrir, habrán otras víctimas y seguirá habiendo el mismo problema.
La solución no sólo es hacer redadas, confiscar las sustancias psicotrópicas que se encuentren, no es sólo eso, sino también capacitar a maestros para que sepan cómo actuar ante estas situaciones, dar charlas a los alumnos para que sepan a qué se están enfrentando al entrar al mundo de las drogas, y brindarles el apoyo necesario a quienes ya estén allí, para que logren escapar. No es tan fácil, pero se puede lograrlo.