Génesis Ruiz, Joven Corresponsal de IBEC y estudiante de la Unidad Educativa María Auxiliadora expone a continuación un artículo acerca de loas smartphones y de su impacto en nuestra sociedad. 

Fin de jornada en nuestro colegio , son las 13:40 pm, un sol radiante como de costumbre en la ciudad, compañeras sentadas en lugares con sombra pero el momento se torna frio, todas sacan sus smartphones y se encierran en su propio mundo dejando de lado todo lo que ocurre en el exterior.

Sin duda alguna esto es una experiencia que más de uno la ha tenido, nos hemos olvidado de la verdadera importancia de pasar tiempo con nuestros seres más queridos dándole mayor relevancia a estos pequeños aparatos electrónicos que se han apoderado de nuestras vidas.

Hoy en día todas las personas nos hemos vuelto dependientes de nuestros celulares, pues con la evolución que estos diariamente tienen, podemos encontrar hasta a lo más mínimo en ellos, pero ¿esto está ayudando o empeorando a nuestro entorno social?

Tener un dispositivo así tiene muchas ventajas puesto que mediante este podemos hacer todo lo que se nos ocurra, sí TODO, desde las funciones más simples que todo celular tiene como: llamar, enviar mensajes, escuchar música, jugar, tomar fotos, etc. Unas más complejas como: descargar archivos,  enviar emails, navegar en redes sociales, etc. Etc. hasta las más complicadas que quizás nunca imaginamos poder hacer, como realizar transacciones bancarias o comprar en línea.

Es una maravilla todo lo que la tecnología ha podido lograr ¿verdad? Todo lo mencionado anteriormente es el llamado paraíso para las  nuevas generaciones, ya que tienen todo solo con aplastar un simple botón, pero ¿qué paso con las relaciones interpersonales?

Según Wikipedia, una relación interpersonal es la interacción o asociación de largo plazo entre dos o más personas; y eso es algo que estamos perdiendo con el pasar del tiempo y todo por la tecnología, esta es una de las desventajas más importantes que se presenta por el uso de los llamados móviles inteligentes, antes, si te encontrabas con tus amigos o familiares era simplemente para divertirte, ir al parque, sentarse a conversar, mas no para caminar cada uno por su cuenta y solo tomarle atención a ese pequeño dispositivo que nos sumerge en una inconsciencia de nuestro alrededor y nos convierte en  zombis al más puro estilo de las películas de terror .

Y quienes son los protagonistas de estas acciones son jóvenes entre 14 y 26 años, que a pesar de su corta edad son los más experimentados en cuanto al uso de los llamados dispositivos inteligentes (Smartphone); la comodidad es otra gran desventaja que vivimos en esta era, ya que como ahora todo se lo puede hacer de manera más sencilla y rápida a través del dispositivo móvil hemos dejado de utilizar métodos realmente constructivos para nuestra educación profesional o simplemente para la vida.

Desde aproximadamente 5 años el significado de tener un celular cambio completamente, antes este era sinónimo de comunicación, ahora es de status, es decir de a cuerdo a qué modelo de teléfono tengas sabrán a que clase social perteneces. Si tienes un celular común y corriente no serás catalogado de la misma forma que el que tiene un Smartphone, tal vez el del celular inteligente se enterará con mayor rapidez de las ultimas noticias  del colegio, de la ciudad o sencillamente de la última fiesta mientras el otro se perderá de todo eso; pero todo el tiempo que uno gasto en navegar por las redes sociales el otro lo invirtió en interactuar con sus amigos y familiares, ir al cine, una buena reunión familiar, practicar deportes, etc.

Lastimosamente vivimos en un mundo en el que todo lo creado para un bien común termina usándose para todo lo contrario, pero concienticemos, seamos personas diferentes, aquellas que saben explotar el lado positivo de todas estas actualizaciones tecnológicas, démosle un adecuado y enriquecedor uso a estos instrumentos, los cuales ya no son lujo sino más bien una necesidad.

Pero sobre todo distingamos el lugar y el momento adecuado para usarlos ya que tal vez estemos en el medio de una importante negociación o conversación a través del móvil pero del otro lado estamos perdiendo una valiosa interacción con nuestro prójimo.