Nuestra Joven Corresponsal de IBEC, Valeria Romero, estudiante de la Academia Naval Almirante Illingworth, nos trae un interesante artículo acerca del instinto materno.
Muchos dirían que la maternidad involucra cuidado, protección y suministrar los recursos necesarios a sus hijos. Por otro lado, existe un tipo de maternidad que brinda lo contrario.
En la actualidad este fenómeno de una supuesta maternidad, se lo conoce como síndrome de Münchhausen por poderes. Éste hace referencia a un tipo de maltrato infantil, donde los progenitores fingen, provocan y atribuyen a sus hijos enfermedades.
Los padres o tutores del menor, emplean diferentes artimañas para inducir enfermedades ficticias e imaginadas por los mismos a su progenie, con el único objetivo de lograr la hospitalización del niño. Existe un consenso general en especificar a la madre como la causante y la principal autora de la confección de los supuestos síntomas y enfermedades en el niño. En estos casos por lo general el padre, ocupa un lugar distante en el conflicto, y si esta presente, el carece de total autoridad o muestra un claro desinterés por los posibles problemas de su hijo, el cual piensa que con los cuidados de la madre no necesita de los suyos. En la mayoría de los casos, los síntomas salen a la luz solo cuando la madre esta presente mas no en su ausencia.
Recae casi siempre sobre la madre este tipo de maltrato, que se vale de artificios para provocar en su hijo signos y síntomas de enfermedad como son suministrarle fármacos inútiles, flagelarlo, alimentarlo de forma inadecuada, relatan historias clínicas inventadas por ellos que pueden acarrear graves enfermedades.
Pero este síndrome es mucho más complejo que una llana fantasía y el fingimiento de síntomas. Este síndrome se lo relaciona ya con diversos problemas psicológicos y emocionales.
Los que padecen esta enfermedad en la mayoría de los casos, son personas muy inteligentes con un amplio conocimiento sobre las técnicas usadas por los doctores para manipular a su voluntad las decisiones de su doctor, y lograr someter a sus hijos a tratamientos y cirugías. Para determinar si algún progenitor padece del síndrome Münchhausen, se observa diferentes patrones y conductas, entre éstas son evidentes las siguientes:
§ Los síntomas del paciente no se ajustan a ningún cuadro clásico de una enfermedad y, en general, no tienen relación entre sí.
§ Los síntomas del niño experimentan mejoría en el hospital, pero reaparecen una vez vuelve a su hogar.
§ El progenitor se muestra más atento de lo común, y suele ser excesivamente servicial.
§ En muchos casos el progenitor posee conocimientos médicos, o está relacionado profesionalmente con alguna rama de la atención médica[1].
Los doctores deben tener atención cuando se encuentran con un caso de este tipo, y su deber primordial es comunicarlo a las autoridades pertinentes, ya que a pesar de que este problema sea un cuadro clínico, el maltrato infantil es penalizado.
Esta situación en el plano social es muy difícil de creer, que los mismos progenitores puedan causar daños a sus hijos, ya que se nos ha inculcado desde un principio, que los menores son amados por sus padres, y que ellos les proporcionan bienestar aunque desgraciadamente muchas veces no es así. El síndrome de Münchhausen, es un cuadro clínico poco conocido, por lo que nuestro deber, es informarnos sobre la realidad y concientizar especialmente a los médicos sobre la presencia de este tipo de problema a nivel mundial.